Stake Presidency Message
Some time ago I went through a rough patch in my life where I felt lost, disconnected from God, and uncertain of where my life was going. As cheesy as it sounds, I felt a bit like a rudderless boat drifting directionless on the unforgiving sea or someone being tossed to and fro by the winds of life.
But the Lord in His mercy blessed me with an anchoring symbol that has helped ground me by reminding me of his presence in my life.
Right outside of my old office on campus sits a bright red and gray fire hydrant. I had walked past this particular fire hydrant hundreds of times without ever giving it a second thought. One day, however, as I was heading to class feeling ill-prepared, I anxiously and speedily walked by the fire hydrant. Out of nowhere the thought came to mind that that prayer could be what could put out the fire I was feeling in my soul. I looked at the fire hydrant, which had obviously subconsciously triggered the thought, took a deep breath, and reluctantly said a quiet prayer in my heart. While I don’t remember if my lesson went well or not, I remember feeling more peaceful on my way to class than I had in months.
The next day as I walked by it, the thought came into my mind again. So I prayed that day as well. Again, not sure if it helped me perform better, but I felt a bit more confidence. Day after day I would see the fire hydrant, take a deep breath, and remind myself to pray for help. Some days it felt forced, other days it felt like the most natural thing in the world. But eventually, like Pavlov’s dogs, seeing the fire hydrant made me excited because it meant it was time for my personal conversation with my Father in Heaven.
I no longer walk by that fire hydrant, and, honestly, I miss it. But other fire hydrants and symbols have replaced it. A fire hydrant by my house, resembles the cross, if you squint and look at it at just the right angle. The sacrament bread and water are becoming more powerful symbols of His sacrifice and the role of communities in the gospel. President Smith in Stake conference taught us that the kitchen table can be a sacred symbol, perhaps even because of the scratches. The garments I put on everyday have become an important grounding and anchoring daily symbol. (I know I’m just as surprised as you that a fire hydrant could connect to garments, but here we are). Sister J. Annette Dennis in April 2024 conference said: “Our temple garment reminds us that the Savior and the blessings of His Atonement cover us throughout our lives. As we put on the garment of the holy priesthood each day, that beautiful symbol becomes a part of us.” All these symbols are, to me, physical reminders of Jesus’ love, mercy, protection, power, and presence in my life.
I invite you to find meaningful symbols in your life that ground you in the gospel and that help you see the Lord’s presence. I promise you’ll find personal and meaningful symbols that will help you develop personal and meaningful relationships with your Heavenly Parents and Savior.
How grateful I am for the Lord that, even when I was a stranger, helped me connect the fire hydrant to his presence so many years ago.
Richard A. Henricksen
Stake Presidency, Second Counselor
Hace algún tiempo pasé por una etapa difícil en mi vida en la que me sentía perdido, desconectado de Dios y sin saber hacia dónde iba mi vida. Aunque suene cursi, me sentía un poco como un barco sin timón que va a la deriva sin rumbo en un mar implacable o como alguien que es empujado por un lado a otro por los vientos de la vida.
Pero el Señor, en su misericordia, me bendijo con un símbolo de anclaje que me ha ayudado al recordarme de su presencia en mi vida.
Justo afuera de mi antigua oficina en el campus hay una boca de incendios de color rojo y gris brillante. Yo había pasado por delante de esta boca de incendios cientos de veces sin pensarlo dos veces. Un día, sin embargo, mientras me dirigía a clase sintiéndome mal preparado, pasé ansiosa y rápidamente junto a la boca de incendios. De la nada, me vino a la mente la idea de que la oración podría ser lo que apagara el fuego que me sentía en mi alma. Miré la boca de incendios, que obviamente fue lo que me había traído inconscientemente el pensamiento, respiré profundamente y, de mala gana, dije una oración silenciosa en mi corazón. No Recuerdo si mi lección salió bien o no, pero si recuerdo haberme sentido más tranquilo en mi camino a clase de lo que me había sentido en meses.
Al día siguiente, mientras pasaba por allí, el pensamiento volvió a mi mente. Así que oré ese día también. Nuevamente, no estoy seguro de si me ayudó a tener un mejor clase, pero me sentí un poco más confianze. Día tras día veía la boca de incendios, respiraba profundamente y me recordaba a mí mismo que debía orar para pedir ayuda. Algunos días parecía forzado, otros días parecía la cosa más natural del mundo. Pero finalmente, como los perros de Pavlov, al ver la boca de incendios me emocionó porque significaba que era hora de mi conversación personal con mi Padre Celestial.
Ya no paso por esa boca de incendios y, honestamente, la extraño. Pero otras bocas de incendios y símbolos la han reemplazado. Una boca de incendios cerca de mi casa se parece a una cruz, si entrecierras los ojos y lo miras desde el ángulo correcto. El pan y el agua de la Santa Cena se están convirtiendo en símbolos poderosos de Su sacrificio y del papel de las comunidades en el evangelio. El presidente Smith, en la conferencia de estaca, nos enseñó que la mesa de la cocina puede ser un símbolo sagrado, quizás incluso por los rasguños. Los gárments que me pongo todos los días se han convertido en un importante símbolo diario de apoyo y anclaje. (Yo también estoy tan sorprendido como tú de que una boca de incendios pueda conectarse con los gárments, pero aquí estamos). La hermana J. Annette Dennis dijo en la conferencia de abril de 2024: “Nuestros gárments del templo nos recuerdan que el Salvador y las bendiciones de Su expiación nos cubren a lo largo de nuestra vida. Al ponernos los gárments del santo sacerdocio cada día, ese hermoso símbolo se convierte en parte de nosotros”. Todos estos símbolos son, para mí, recordatorios físicos del amor, la misericordia, la protección, el poder y la presencia de Jesús en mi vida.
Te invito a encontrar símbolos significativos en tu vida que te ayuden a personalizar el evangelio y te ayuden a ver la presencia del Señor en tu vida. Te prometo que encontrarás símbolos personales y significativos que te ayudarán a desarrollar relaciones personales y significativas con tus Padres Celestiales y tu Salvador.
Cuán agradecido estoy con el Señor porque, incluso cuando era un extranjero, me ayudó a relacionar la boca de incendios con su presencia hace tantos años.
Richard A. Henricksen
Presidencia de Estaca, Segundo Consejero